2003El Canciller de Brasil, Celso Amorim, declaró en 2003 respecto al problema del enclaustramiento: “…comprendemos que ese problema es muy delicado y hay visiones, pero tiene que ser resuelto por los dos países, por el diálogo. Y si hay una manera que podamos ayudar, muy bien... Evidentemente es un problema bilateral, no deja de tener repercusiones regionales en Sudamérica, y por eso es un problema que nos interesa a todos… Chile y Bolivia deben discutir y si podemos ayudar en algún momento, ayudaremos”.